Gastón Acurio ha anunciado por sorpresa su retirada de su sede central: Astrid y Gastón. Este espacio, abierto hace veinte años en Lima con su mujer Astrid Gutsche, fue su primer proyecto y, en realidad, el arranque de un movimiento: el chef posicionó la gastronomía peruana en el ámbito de la alta cocina, en un momento en el que este sector en el país andino parecía reservado sólo a las propuestas franceses. Desde Astrid y Gastón, Acurio tejió su estilo y maquinó ideas que fueron dando lugar a diferentes conceptos de negocio, que componen en la actualidad uno de los principales grupos hosteleros de la región andina (que, además, suma negocios con socios locales en países como Estados Unidos o España), con un total de 44 restaurantes.

El pasado febrero, Astrid y Gastón se mudó a una nueva ubicación, Casa Moreyra, un gran emplazamiento, en el que el chef prometió impulsar su apoyo a pequeños productores. Con motivo del traslado a su nuevo espacio, Acurio convocó a algunos de los mejores cocineros del mundo (como los españoles Ferran Adrià, Joan Roca y Andoni Luis Aduriz) a un gran encuentro, que, entre otros posibles efectos, prometía impulsar el posicionamiento del restaurante, erigido en casa madre de los negocios del cocinero, entre los mejores restaurantes del mundo.

El pasado 29 de abril, Astrid y Gastón se colocó en el puesto 18 de la lista 50 Best Restaurants in the World, lo que supuso retroceder cuatro posiciones frente a 2013, año en el que había escalado 21 posiciones. Mientras, Central, espacio en Lima de Virgilio Martínez (que trabajó hacer años con Acurio y, por ejemplo, se encargó de la apertura de Astrid y Gastón en Madrid), se colocó en el número 15 de este ránking mundial, tras avanzar desde el puesto número 50 el año anterior.
Durante los últimos dos años, Diego Muñoz se ha convertido en la mano derecha, como jefe de cocina de Astrid y Gastón. Nada parecía apuntar este retiro, anunciado vía Facebook, y, según el cual, coloca a Muñoz como responsable máximo del negocio ubicado en Casa Moreyra.