Se empezaron a vender el pasado mes de mayo en una pastelería del barrio de Soho de Nueva York y en cuestión de semanas su popularidad se extendió por todo Estados Unidos y más allá. Se trata de los Cronuts, un híbrido entre un croissant y un donut que está causando furor.
Frente a la pastelería Dominique Ansel en Manhattan -lugar en que nacieron los Cronuts- cada mañana se forman colas de clientes ansiosos por probar la nueva estrella del mundo de la repostería.
Los
Cronuts están hechos de una masa especial de croissant a la que se da
forma de donut y que, una vez fermentada, se fríe en aceite y se cubre
de azúcar glaseado. En algunos casos se rellena de crema.
Dominique Ansel afirma que necesitó cerca de 10
intentos para dar con la fórmula de la masa de los Cronuts, que venden
en su local en diferentes sabores en función del mes: hasta ahora
vainilla, limón, coco y mascarpone.
Los creadores del Cronut -que ya han patentado
su invención- recomiendan que se sirva a temperatura ambiente y se
consuma nada más comprarlo. Además, se ha de cortar con un cuchillo de
sierra para no aplastar las capas que lo forman.
Por el momento y dada la alta demanda, en la
pastelería Dominique Ansel no permiten que se compren más de dos
unidades por cliente y los venden a un precio de US$5.
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